Psicoterapia y gasto sanitario

Una revisión sistemática y metaanálisis publicado en la prestigiosa revista JAMA sobre Psicoterapia y gasto sanitario  (Pincha aqui)  basado en   41 estudios con un total de 7.842 participantes, entre los que se se incluyeron personas mayores, mujeres jóvenes en riesgo, pacientes con trastornos crónicos o mentales, y cuidadores, reveló una conclusión contundente: las terapias psicológicas no solo mejoran el apoyo emocional y social, sino que también reducen el uso innecesario del sistema de salud, particularmente en atención de urgencias e internamientos hospitalarios.

Como ya habíamos señalado en anteriores entradas de este blog, aspectos psicológicos como el estrés (Pincha aqui) ,  la ansiedad (Pincha aqui) o el déficit de habilidades sociales, así como el aislamiento social tienen un impacto directo el la génesis, evolución   y pronóstico de las enfermedades crónicas y trastornos mentales (Pincha aqui)

Como ocurre con el «Caso Roseto»  (Pincha aqui) . Los autores del estudio señalan que la falta de bienestar social puede provocar aislamiento, soledad y sufrimiento emocional, factores que se han vinculado a enfermedades crónicas, deterioro funcional y mortalidad prematura.En este contexto, las intervenciones psicológicas y sociales —como la terapia individual, el apoyo grupal o los programas de acompañamiento emocional— emergen como alternativas poderosas que no solo mejoran la salud mental, sino que también pueden evitar el uso excesivo de recursos hospitalarios.

Los resultados señalaron algunas conclusiones:

Según los datos analizados, los resultados muestran una reducción global significativa del uso de servicios sanitarios tras aplicar intervenciones psicológicas y sociales:

  • Las intervenciones psicológicas redujeron las visitas a servicios de urgencias (OR: 0,64).
  • Se observó una disminución en la duración de las hospitalizaciones (SMD: –0,35), lo que sugiere una mejoría en la estabilidad de la salud.
  • También se redujo el número de ingresos hospitalarios a medio plazo (OR: 0,52), consolidando el efecto sostenido de estas intervenciones.

En conclusión, las intervenciones psicológicas y sociales, en particular aquellas centradas en la terapia psicológica individual y aplicadas por profesionales cualificados, fueron las más eficaces en reducir el uso de servicios sanitarios, especialmente en lo que se refiere a hospitalizaciones y urgencias. De esta manera, la accesibilidad a este tipo de tratamientos psicológicos se convierte en una aliada para reducir la sobrecarga del sistema sanitario. Estas intervenciones, al fomentar la resiliencia, el apoyo emocional y la capacidad de afrontamiento, no solo previenen crisis de salud, sino que mejoran la calidad de vida de los pacientes, indica el texto.

 

 

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