Como ya habíamos publicado en este blog, parece que existe una relación bien establecida entre la depresión y el riesgo cardiovascular. También hemos publicado cómo su tratamiento puede reducir éste riesgo (Pincha aqui) . Algunos trabajos científicos sitúan ese riesgo en un 18% frente al 4% de los pacientes que no padecen depresión (Pincha aqui) . Ahora un nuevo estudio señala una relación entre Antidepresivos y riesgo cardiovascular: Más específicamente, que los efectos fisiológicos de los antidepresivos pueden aumentar significativamente el riesgo cardiovascular. Concretamente, los antidepresivos tricíclicos (ATC) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) se asociaron con aumentos de peso, frecuencia cardíaca y presión arterial. Por el contrario, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) mostraron poco o ningún impacto fisiológico (Pincha aqui) .
El informe, considerado el primer estudio comparativo en profundidad de los efectos físicos del tratamiento antidepresivo, analizó docenas de ensayos controlados aleatorios e informes regulatorios para clasificar 30 agentes en múltiples medidas fisiológicas, desde el metabolismo hasta la función cardiovascular.
Aunque la mayoría de los cambios a corto plazo fueron moderados, los patrones fueron consistentes. Los ATC y los IRSN produjeron las mayores elevaciones de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, efectos que podrían acumularse con el tiempo.
Los investigadores encontraron una variación sustancial entre los fármacos en cuanto a peso, frecuencia cardíaca y presión arterial, tres parámetros que se relacionan directamente con el riesgo cardiometabólico. Incluso pequeños cambios pueden generar diferencias cardiovasculares significativas con el tiempo.
Cuando hemos analizado desde este blog la relación entre depresión y riesgo cardiovascular, podriamos inferir un efecto del cortisol elevado como razón de la respuesta inflamatoria y aumento del riesgo cardiovascular subsiguiente, ahora podemos sospechar también que a éste se sumen los efectos producidos por el tratamiento con antidepresivos tricíclicos o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina anteriormente descritos.
Los resultados de este estudio reflejan que el clínico debe ser prudente a la hora de prescribir este tipo de tratamientos para la depresión optando por la derivación al paciente para que reciba terapia psicológica de orientación cognitivo conductual como tratamiento de primera elección, recomendado por las principales Guías de práctica clínica, ya que es eficaz coste efectivo y carece de efectos adversos.
OCT
