Desesperación y drogas en jóvenes

Investigadores demuestran la relación entre la desesperación y el abuso de drogas en adultos jóvenes.

En un estudio publicado recientemente en la revista @JAMA por parte del Doctor Copeland, en el que participaron 1420 personas, la desesperación se asoció con tasas más altas de abuso de sustancias como el alcohol y las drogas ilícitas, y un mayor número de pensamientos y comportamientos suicidas.

Aquellos participantes que reportaban mayores emociones relacionadas con la desesperación también tenían más ideas o conductas suicidas y eran más tendentes al uso y abuso de drogas ilegales. Por tanto la desesperación y abuso de drogas en jóvenes apaercían relacionadas.

Los resultados se mantenían incluso a pesar de las diferencias sociodemográficas como nivel cultural y pobreza.

En concreto, las asociaciones entre nivel reportado de desesperación y el de ideas y conductas suicidas fue 1.5 veces superior que entre quienes que no reportaban sentimientos de desesperación, de 1.7 en relación con el uso de drogas ilícitas y del 1.9 con el uso de opiáceos. (Pincha aquí)

Numerosos estudios han realizado asociaciones entre diferentes situaciones vitales por las que atraviesan los jóvenes (Pincha aquí) y que pueden cursar con sentimientos de desesperanza como ser víctima de bulling, dormir poco, ser inmigrante, uso patológico de internet, tener problemas de aceptación de la identidad sexual y tener trastornos psicopatológicos previos.

A la luz de los resultados comentados, las políticas de prevención del suicidio en jóvenes deben incluir el abordaje de las dificultades interpersonales, el entrenamiento en habilidades sociales, el abordaje de la autoestima, implementar alternativas de ocio saludables, la detección y el abordaje temprano de psicopatologías.

Necesitamos cada vez con más evidencias científicas a nuestro favos, implementar políticas de prevención primaria, secundaria y terciaria para doblegar la casuística creciente respecto a la incidencia del suicidio en nuestra población.

En países de nuestro entorno como en el caso de Reino Unido, la implementación en 2007 del programa Improve de access to psychological thérapies (IAPT) ha conseguido resultados prometedores en este sentido mediante la incorporación de 3500 psicólogos en los servicios de atención primaria del National Health Service (NHS), reduciendo el consumo de psicofármacos, los días de baja y aumentando las tasas de recuperación frente a la terapia farmacológica tradicional.

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