¿ESTA PREPARADO PARA DEJAR DE FUMAR?

¿Está preparado para dejar de fumar?

La dependencia a la nicotina o tabaquismo, es un problema complejo en el que se ven implicados factores tanto de tipo farmacológico (el efecto que la nicotina ejerce en nuestro cerebro) como de tipo psicológico: la asociación que se produce entre la entrada de nicotina y nuestras creencias, asociaciones a situaciones, lugares, estados de ánimo experiencias vitales o cotidianas de la vida y pensamientos.

Durante la dependencia a la nicotina, el fumador va incrementando en número de situaciones que asocia a fumar. Al cabo de poco tiempo la probabilidad de fumar en situaciones en las que antes uno lo hacía (por ejemplo después de comer) va aumentando hasta ser del 100%. De esta manera, se asocia a una situación (Después de comer) la entrada de nicotina, por lo que siempre que terminemos de comer recordaremos el cigarrillo.  Esta asociación no se debilitará hasta desaparecer dejando de recordar el cigarrillo al terminar de comer, hasta haber pasado muchas veces por esa situación sin fumar. Esto mismo ocurre con el resto de situaciones asociadas a fumar: hablar por teléfono, ver a otros fumar, esperar, estar aburrido. etc.

Cuando se fuma, también los pensamientos y creencias quedan fijados a la conducta de fumar. Cada vez que uno fuma, o lo hace automáticamente, o se da razones para fumar, como por ejemplo: «me gusta», «por uno no pasa nada» «de algo hay que morir», «fumar es un placer», «a mi no me afecta»,  «me ayuda a controlar el estrés» y otras similares. El pensamiento más probable ante un cigarrillo o una situación asociada fumar cuando el fumador se dispone a dejar de fumar no será por tanto » fumar provoca cáncer» sino cualquiera de los pensamientos anteriores. Por tanto, se produce incongruencia: por un lado la conducta de dejar de fumar y por el otro lado unos pensamientos en contra de hacerlo.

Imagine usted ahora que piensa en irse a la playa a pasar el fin de semana, pero a la vez empieza a pensar «Seguro que habrá un atasco infernal», «estará la playa llena de gente y no podremos plantar ni la sombrilla», » a lo mejor hay medusas en el agua y no podremos bañarnos.» Su deseo de ir a la playa se desvanecerá.

En resumen, el fumador a la vez que está pensando en dejar de fumar, se está dando razones para no hacerlo.

Siguiendo el ejemplo de más arriba, Si no podemos decir que  usted ha decidido no ir a la playa  porque no tiene «fuerza de voluntad», tampoco podemos decir que alguien que deba dejar de fumar y no lo haga sea porque le falta «fuerza de voluntad», simplemente es porque no tiene asociados a la conducta de fumar razones para dejarlo, sino motivos para seguir fumando.

¿Cómo saber si esta usted en disposición de dejar de fumar?. Para conocer si está preparado para dejar de fumar conteste éstas preguntas:

¿Quiere usted dejar de fumar?

¿El deseo de dejar de fumar es un pensamiento recurrente, que aparece todos los días desde hace ya varios días o semanas..?

Desde que últimamente  le asalta el deseo de dejar de fumar ¿ha hecho intentos serios de manera que ha estado uno o varios días  sin fumar o ha reducido considerablemente  (en más del 75%) su consumo diario?

 

Si ha respondido afirmativamente a las tres preguntas está usted en un momento óptimo para iniciar un tratamiento de deshabituación con altas probabilidades de éxito.

 

 

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