El suicidio sigue siendo la primera causa de muerte evitable en España, muy por encima de los accidentes de tráfico, a la que supera desde 2007. A pesar de ser la primera causa de muerte absoluta en hombres de 15 a 29 años y la segunda en mujeres del mismo rango de edad, y de superar en mucho las muertes por violencia, sigue sin recibir la atención adecuada por parte de las autoridades competentes en la materia.
Las actividades de sensibilización a la población, las medidas legislativas, el incremento de recurso humanos, tecnológicos y económicos que se han dedicado a la lucha contra problemáticas tan graves como son los accidentes de tráfico y la violencia de género, han conseguido reducir sustancialmente la tasa de fallecidos en carreteras, (aunque por desgracia no haya pasado lo mismo en el caso de la violencia de género), así como una sensibilización cada vez mayor de la sociedad.
Según los datos aportados por el Observatorio del Suicidio (https://www.fsme.es/observatorio-del-suicidio/), durante el año 2015 se produjeron un total de 3.602 suicidios en España, lo que hace una media de 9,9 suicidios al día (2679 en hombres y 923 en mujeres). En contraste, los fallecimientos en accidentes de tráfico durante el mismo período de tiempo ascendieron a 1880 y los de violencia de género a 54. Además, ante otras causas externas como por ejemplo son los accidentes, caídas, envenenamientos, y otras causas accidentales podría estar detrás el suicidio aunque, por diferentes causas no habrían sido cuantificados como tales, pero que en caso contrario podrían haber aumentado la prevalencia de los mismos.
En relación a las causas del incremento de la tasa de suicidios en España, se ha venido apuntando a la problemática de la crisis económica que hemos venido sufriendo, sin embargo esta afirmación no se puede sostener a la vista de los datos. La tasa acumulada en el año 2000, con 3.393 suicidios (años de bonanza económica) fue muy similar a la de los años 2008 y 2009 y superior a la de los años 2010 y 2011, cuando nos encontrábamos en plena recesión.
Lo que no ha variado durante las últimas décadas ha sido la escasa atención de las autoridades competentes en el tema, en políticas de prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento para los trastornos mentales. Si para cualquier otra problema de salud se trabaja en la prevención (programas de vacunas, sistemas de seguridad en los vehículos, seguridad alimentaria, sistemas de alertas epidemiológicas, detección del maltrato, etc.) y en el tratamiento (seguimientos médicos durante embarazo y puerperio, especialidades médicas, etc..) En el caso de la Salud Mental no ha ocurrido lo mismo. Se sigue esperando a que la persona enferme de verdad, e incluso de manera grave, para empezar a tratarla.
En España, las Estrategias de Prevención y Promoción de la Salud Mental, cuando existen, son escasas, puntuales y aplicadas en la mayor parte de los casos por personal de perfiles profesionales muy heterogéneos, ajenos a la psicología o a la psiquiatría, y con una formación muy básica en la materia.
A la vez que la tasa de psicólogos en España es de las más bajas de los países desarrollados:4,3 psicólogos por cada 1000.000 habitantes, frente a los 18 psicólogos por cada 1000.000 habitantes que es la media europea, se siguen tratando la mayoría de los trastornos mentales de espaldas a la evidencia científica. Tanto los organismos internacionales de prestigio como el NICE (National Institute of Clinical Excellence), Guías de Práctica Clínica y prestigiosos psiquiatras como Irving Kirsh, cuestionan el abordaje actual de los trastornos mentales en nuestro país, basado fundamentalmente en la prescripción de psicofármacos.
Las Evidencias Clínicas establecen que la terapia más eficaz para los trastornos de ansiedad y estado de ánimo es la terapia psicológica cognitivo conductual, sin embargo el gasto en antidepresivos y ansiolíticos excede al necesario para tratar a estas personas, lo que sugiere que se podrían estár dando éstos psicofármacos personas que no padecen éstos trastornos.
En 2007, en el Reino Unido se incorporaron más de 2000 psicólogos en Atención Primaria a través del Programa «Improve de Acess to Psychological Thérapies», con unos resultados muy prometedores en cuanto a reducción del gasto farmacéutico, las bajas laborales y el número de consultas médicas. programas similares se han continuado aplicando en otros países como EEUU, australia o Sudáfrica. En nuestro país se están produciendo iniciativas autonómicas en este sentido. La última en la Comunidad de Aragón que el día 4 de Mayo aprobó en El Pleno de las Cortes de Aragón una Proposición no de Ley para mejorar el Acceso a Terapias Psicológicas de Calidad.
Más Información:
https://www.fsme.es/observatorio-del-suicidio/
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=6832
https://www.england.nhs.uk/mental-health/adults/iapt/
MAY