Veganismo y Depresión

Un Estudio Publicado en la revista Journal of affective disorders (Pincha aquí) Muestra  relación entre Veganismo y depresión en la población brasileña.

Concretamente, las personas que siguen un estilo de vida vegetariano tienen alrededor del doble de episodios depresivos que las que comen carne, según el Estudio Longitudinal Brasileño de Salud del Adulto.

Los resultados del estudio muestran que la alta incidencia de depresión entre los vegetarianos no es causada por la ausencia de carne en su nutrición, sino posiblemente por varios factores, entre los que se incluyen la experiencia social vegetariana; la depresión en sí misma puede aumentar la probabilidad de convertirse en vegetariano, o tanto el vegetarianismo como la depresión pueden estar asociados con la culpa a través de factores relacionados con la industria cárnica.

Los síntomas reportados más comunes fueron la preocupación. otros síntomas comunes fueron la fatiga, el insomnio y la ansiedad. Los participantes del estudio que no consumían carne en su dieta, exhibieron también una alta dificultad de concentración y olvidos, y tenían una alta frecuencia de episodios depresivos moderados sin síntomas somáticos.

Adoptar una dieta vegetariana puede afectar la relación con los demás y la participación en actividades sociales y, a veces, puede estar asociado con burlas u otras formas de ostracismo social.

Es posible que estar deprimido y tener pensamientos negativos haga que las personas sean más propensas a convertirse en vegetarianas que al revés.

Los vídeos que representan la violencia y la crueldad en la industria de la carne pueden afectar a las personas deprimidas, haciéndolas obsesionarse con las imágenes, sentirse culpables por su participación en la creación de la demanda de carne y convertirse en vegetarianas. Lo que sugiere una alta presencia de rasgos neuróticos.

Los datos de la encuesta se recopilaron en Brasil, un país famoso por su dieta rica en carne, y aunque ha habido un fuerte aumento en el vegetarianismo, los vegetarianos todavía representan menos del 0,5 %.

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