Tratamiento psicológico de la agorafobia

La Agorafobia es el más severo de los trastornos de ansiedad dadas las implicaciones sobre el impacto en la vida cotidiana de quien la padece. Tradicionalmente se emplearon psicofármacos como las benzodiacepinas que según autores como Charney y Heninger (1985) producían un 83% de recaídas cuando los pacientes dejaban de tomar la medicación. En la actualidad presenta un gran desarrollo el tratamiento psicológico de la Agorafobia y concretamente, la Terapia de exposición en vivo graduada en cuando a intensidad.

El objetivo de la terapia de exposición en vivo graduada en cuanto a intensidad es lograr la habituación (disminución) de los síntomas de ansiedad asociados a las situaciones temidas mediante la exposición, graduada en cuanto a intensidad a las mismas.

El procedimiento comienza con la explicación al cliente del mecanismo de los síntomas de la ansiedad (Pincha aquí) para que entienda cómo se producen, cómo se mantienen y cómo remiten.

El siguiente paso consiste en someter al paciente a unos ejercicios de exposición interoceptiva cuyo objetivo es generar en el cliente síntomas de ansiedad similares a los experimentados durante los episodios de ansiedad) para comprobar después la similitud de los síntomas provocados durante el ejercicio con los sufridos durante los episodios de ansiedad así como el grado de temor que generan.

El objetivo de las técnicas de exposición interoceptiva es comprobar con el paciente cómo ante un gran grado de similitud de los síntomas con los que se sufren en la vida cotidiana, el nivel de temor es menor que en la vida real. Esto es porque a diferencia de en la vida real, aquí el paciente sabe cómo han aparecido los síntomas (por los ejercicios realizados) y además sabe que está en un entorno seguro (consulta con un profesional). De esta forma conseguimos que el cliente entienda que no son los síntomas en sí , sino la interpretación sobre su origen y evolución lo que causa el temor.

Una vez que mediante los ejercicios de exposición en vivo el enfermo comprende el papel de los pensamientos en el grado de temor y la evitación fóbica y cómo esta se retroalimenta con cada nueva conducta evitativa, se pasa al entrenamiento de técnicas de afrontamiento (Técnicas de relajación y técnica de respiración controlada) como una segunda parte en el tratamiento psicológico de la agorafobia.

El tercer paso consiste en la creación de una jerarquía de situaciones temidas a las que exponerse de manera gradual. estas jerarquías pueden ser temáticas (Por ejemplo una para exteriores y otra para espacios interiores). Una vez creadas las jerarquías se comienza con las sesiones de exposición en vivo graduadas en cuanto a intensidad.

El paciente se expone junto con el psicólogo a la primera de las situaciones (la que menor temor genere). Se registra el grado de temor y de ansiedad previstos antes de empezar. El sujeto debe permanecer expuesto a la situación hasta que se produzca una disminución o habituación de la ansiedad total. Al terminar la sesión de exposición el cliente debe anotar el grado de temor y de ansiedad percibidos al final y compararlo con el previsto para señalar diferencias y establecer conclusiones.

La situación afrontada con éxito durante la sesión debe ser realizada por el paciente acompañado de una persona de su confianza al principio y luego sólo antes de pasar a la siguiente sesión de exposición. El ejercicio se repite con el resto de situaciones temidas de manera graduada hasta lograr la extinción de la respuesta de ansiedad.  Esta técnica de tratamiento psicológico de la agorafobia aumenta su eficacia cuando se combina con otras técnicas psicológicas como la modificación cognitiva o técnicas de control de pensamientos.

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